Testimonios
TESTIMONIO
La fecha que el médico les adelantó era el diez de mayo, pero Oihan nació el 19. Fueron al hospital de Donostia para que les hicieran el seguimiento. Todo iba bien y la madre cuenta que estaba tranquila porque iba a tener un parto natural.
Pero llegaron al día 19, y al hacerle una ecografía, el médico les dijo que todo iba bien pero que había poco líquido amniótico y que tendrían que proceder a provocar el parto con oxitocina y que debía ingresar cuanto antes en el hospital. Ella, sorprendida, le preguntó que cuando decía que había “poco” líquido cuanto poco era. No les dieron datos concretos, pero les dijeron que era severo y que debía ingresar enseguida.
Era mediodía, la madre ingresó como había indicado el médico.
Vino otro ginecólogo a examinarla y el pronóstico fue el mismo, que había poco líquido amniótico y que le iban a poner oxitocina para provocarle el parto sin más explicaciones. Entonces su compañero empezó a comentarles que la idea que tenían era de tener un parto natural, sin oxitocina… Entonces después de plantear un poco la intención que tenían sobre el parto, la matrona fue más flexible y les dejo más tiempo para ver si el parto comenzaba de manera natural antes de comenzar a provocarlo. Esta matrona se le hacía conocida a la madre, cosa que le tranquilizó un poco.
Así, comenzaron a negociar con la matrona, ella les daba un tiempo y ellos seguían con sus ejercicios. Cuando la matrona volvió y aunque no había apenas progreso, negociaron que en caso de provocarlo rompería la bolsa, pero no le pondría oxitocina, aunque ella estuviera a favor de ello. Ya que, según explican, al provocar el parto romper la bolsa es obligatorio con oxitocina o sin oxitocina. De todas maneras la matrona le puso una vía.
A la tarde, la matrona le dijo que estaba dilatada de dos centímetros, y que aunque tuviera contracciones el parto no progresaba y que su opinión como profesional era que debían administrarle oxitocina. La madre cuenta que en unos momentos estuvo tentada para admitir que le administraran oxitocina, pero en esos momentos se acordaba del parto anterior y se daba cuenta de que el anterior también había comenzado en circunstancias parecidas. La matrona por su parte les dijo que aunque su opinión era la de provocar el parto, pero tal y como se veía en el monitor que le habían instalado el bebé no estaba sufriendo y que todavía les dejaba más tiempo para intentarlo de manera natural.
Comenzó a sudar mucho y notó un gran cambio de temperatura, como si tuviera fiebre. La matrona le recomendó que bañera no tenían pero que toallas empañadas con agua fría le servirían.
Notaba dolores muy grandes y entonces ya la llevaron al paritorio, porque ya estaba dilatada de diez centímetros. El recuerdo no es muy claro, cuenta que perdió el control
de la respiración, de todo… Pero en esos momentos, gracias a las indicaciones de la matrona recuperó de alguna manera el control y el parto fue por buen camino. Cuenta que la matrona le puso en el potro pero que apartó los reposaderos de las piernas y le dio total libertad en el aparato para que se agarrara donde quisiera e indicándole las posturas que podía adoptar.
La matrona le comentó, que había leído el expediente del parto anterior y en él constaba haber tenido problemas con la placenta; intentarían que eso no se repitiera.
Cuenta la madre que en esta ocasión las contracciones fueron más dolorosas que la vez anterior. Entonces, cuando el bebé empezó a salir, la matrona le dijo que acercara los brazos hacia ella. En un principio no entendía para qué, y era para que ella misma cogiera en brazos a la criatura. En esta ocasión tuvo la oportunidad de ver como salía la placenta, y dice que la matrona le explicó muy bien todo el proceso.
El parto duró unas cuatro horas, y después tal y como habían decidido, no se llevaron al recién nacido para lavarlo y examinarlo, se quedó con ellos, porque habían firmado los papeles del alta voluntaria.
Después decidieron quedarse en el hospital para recibir allí las visitas, y para que la hija mayor participara de manera activa en ello. En el hospital tanto el turno de la tarde como el de la noche fueron muy respetuosos. Pero en el turno de la mañana las cosas cambiaron. Las
enfermeras atrás y adelante, no respetaban los momentos en el que daba de mamar al pequeño… y cuando venía el ginecólogo no le podías decir que esperara!
El pediatra además les echó la bronca por haber dado el alta voluntaria al bebé, “¡Aquí respetamos todo, pero porque se lleven al bebé 20 minutos no pasa nada!” les dijo.
Mientras, la madre se encontraba muy cansada. Le hicieron una analítica y el médico le dijo que tenía poco hierro (sin darle mucha importancia). Mas tarde una enfermera le dijo que un poco más y le hubieran tenido que hacer transfusiones de sangre. Para tomar las dosis de hierro debía de separarse del bebé, pero al final les fue bien porque coincidió que este se quedaba dormido.
Sobre el tema de la vitamina K, le comentaron al médico que ellos mismos habían administrado la vitamina a su hijo. El pediatra volvió a enfadarse: “¡Pero entonces para qué estamos aquí!”. Pero la pareja estaba muy contenta porque el bebé estuvo con ellos desde el primer momento tal como querían, y aunque al principio con el tema del líquido amniótico parecía que la cosa se iba a torcer, al final el parto fue bien.
Uno de los participantes en la reunión, pregunta a ver qué derechos tenemos ante una riña que nos pueda dar el médico por no respetar las pautas establecidas. Los derechos que poseemos en esos momentos aparecen en la pagina web del usuario, pero desde “Hazi Hezi” nos recomiendan que en esos momentos lo que menos
interesa es enfrentamientos. Otra cosa es cumplir o no, lo que te manden hacer. Lo fundamental es ir bien informado sobre las cuestiones más importantes que afectan a la madre y al bebé, y estar bien atentos para que no separen el bebé de la madre. Este caso es un buen ejemplo de ello, ya que desde un principio, poco a poco, han conseguido los objetivos que se habían planteado sin ninguna confrontación.
En lo que concierne a la vitamina K, en este caso se lo administraron ellos mismos por vía oral con una jeringuilla. Y sobre la prueba del talón, en “Hazi Hezi” creen que teniendo en cuenta que esta prueba diagnostica metabulopatías, es importante hacerla. Las personas que paren en casa también acuden al hospital para hacer esta prueba dentro de las primeras 48 horas.
De vuelta a casa han estado los dos; familiares y amigos les han echado a una mano sobre todo con el tema de las comidas. La hija mayor Irati, estuvo muy involucrada con el embarazo, y después de venir su nuevo hermano aunque en algunos momentos ha sido difícil atenderla como debían, se ha portado muy bien y lo ha llevado perfectamente, según cuentan orgullosos sus padres.